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La calidad comienza con la inocuidad

Así pensamos en Cyrano y Corfú.  Nuestros productos, a más de brindar una experiencia sensorial placentera, deben ser seguros, es decir que no causen daño a quien los consume.

El sistema generalmente adoptado para conseguir este fin se conoce como Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), las mismas que son un conjunto de medidas preventivas y prácticas de higiene en la manipulación, preparación, elaboración, envasado y almacenamiento de los alimentos.

 
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Empresa artesanal con certificado BPM

La certificación de Buenas Prácticas de Manufactura es voluntaria y expedida por el Ministerio de Salud a través de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA) a las empresas que cumplen con todas las disposiciones establecidas en la normativa nacional vigente. 

Para una empresa artesanal es un reto muy grande incorporar el sistema de BPMs.  Fue un camino largo y no exento de dificultades. Sin embargo, Cyrano-Corfú recibió su certificado de BPM en el año 2012, con el que pasó a formar parte del primer grupo de empresas a nivel nacional que apostaban por la inocuidad.

En nuestro caso, las BPMs están compuestas de una serie de programas, como por ejemplo: “mantenimiento preventivo”, “control de plagas”, “control de proveedores”, “control de procesos”, “reclamos de clientes”, “acciones correctivas”, entre muchos más.

La certificación en BPMs nos permite cumplir el compromiso hecho a nuestros clientes, establecido en nuestra política de calidad:

  1. Ofrecer productos seguros y honestos que brinden una experiencia gustativa a nuestros clientes.

  2. Trabajar con materias primas de calidad.

  3. Respetar las técnicas de producción artesanal.

  4. Evaluar y mejorar constantemente la calidad de nuestros productos.

  5. Respetar el ambiente y a la comunidad.

  6. Nuestra gente es el recurso más valioso con el que contamos.